El curioso ascenso al poder de Xi Jinping

El niño de la élite china que acabó liderando un país

RGS

5/20/20257 min read

Desde el fallecimiento de Mao Zedong ningún líder chino ha ostentado el poder tanto como Xi Jinping, quien ocupa la secretaría general del Partido Comunista Chino desde 2012. Pero ¿Cómo llegó hasta ahí? ¿Pretende quedarse en el poder de por vida?

A pesar de la similitud que ambos líderes puedan tener en ciertos aspectos y muchos medios internacionales le señalan como un Mao 2.0 o incluso el próximo Mao, durante el régimen del fundador de PRC (Peoples Republic of China) Xi tuvo que enfrentarse a situaciones muy complicadas…

Xi se crió en una familia de la élite pekinesa que vio su estatus de poder lastrado por el cabeza de familia y padre de Xi Jinping, Xi Zhongxun.

La relación del padre de Xi Jinping se remonta a la Guerra Civil China. Durante este sangriento conflicto, que tuvo lugar desde 1927 hasta 1949, y en el que se enfrentaron el Partido Nacionalista Chino (KMT) y el Partido Comunista de China (PCCh) liderado por Mao. Durante la guerra, el conocido como “ejército rojo” comenzó a perder influencia y territorios y, su territorio base (Jiangxi Soviet), fue rodeado por las fuerzas del KMT en 1934. Ante esta desesperada situación, 130.000 soldados del ejército rojo iniciaron una ofensiva contra la parte más débil del ejército rival, para trasladarse a otro territorio donde reinstalarse. La ofensiva que tuvo lugar en octubre de 1934 se saldó con la muerte de más de 50.000 de esos hombres, sin embargo, el PCCh logró su objetivo.

Desde entonces comenzó la conocida como “Larga Marcha” un momento crucial de la guerra en la que el ejército rojo inició una retirada estratégica que duraría hasta un año. Esta sería brutal, llevándose la vida de muchos miles de soldados y civiles y sobreviviendo aproximadamente solo unas 8.000 personas de las 150.000 que iniciaron la ofensiva para comenzar la marcha. El objetivo era llegar a Yan´an, territorio donde se encontraba una base de la guerrilla liderada por el revolucionario Xi Zhongxun, padre de Xi Jinping.

En ese momento, Mao se asentaría como líder político y militar del bando comunista, por su “heroíca” gestión de la Larga Marcha.

El poder en las potencias comunistas por aquel entonces se distribuía de manera similar. Este, estaba constituido por un comité central y por el conocido como Poltiburo, que está constituido por las figuras más poderosas del estado. Sin embargo, en el caso de China, dentro del Poltiburo había un grupo más selecto y poderoso conocido como la Comisión Permanente del Poltiburo, donde Mao era el líder tanto militar como político. A partir de este momento, el líder chino comenzaría a llevar a cabo una serie de políticas que aseguraran su poder para el resto de su vida. Dentro de estas medidas, por ejemplo, en 1945 se estableció que el “Maoismo”, es decir, el pensamiento y la ideología de su figura, era el único principio político válido y veraz sobre el que sustentar el pensamiento del partido, imposibilitando cualquier tipo de oposición dentro del partido.

Una vez terminó la guerra, la gestión de un país de semejantes dimensiones, exigía la creación de nuevos organismos. Por ello, se creó el órgano de Consejo de Estado, el cual es la institución de toma de decisiones y que está presidido por un miembro de la comisión permanente del Poltiburo, es decir, por un hombre cercano, en este caso, a Mao.

Toda la cúpula cercana a Mao, supervivientes de la Gran Marcha, fueron colocados en altos puestos de poder, a pesar de su limitada experiencia de gestión. Asimismo, el padre de Xi Jinping también ocupaba el puesto de secretario general del Consejo de Estado, lo cual convirtió al pequeño Xi en uno de los principitos, nombre que recibían los hijos de las élites del país.

Medidas como el Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural tuvieron resultados desastrosos que causaron la muerte de entre 40 y 80 millones de chinos entre hambrunas y ejecuciones.

La obsesión de Mao por perpetrarse en el poder y mantener su legado como algo eterno, propio de todas las figuras dictatoriales, le llevaron incluso a purgar a algunos de los que fueron sus más fieles servidores durante su gobierno e incluso cuando aún no era nadie relevante. Estas purgas iban desde humillaciones públicas, hasta desapariciones o accidentes en circunstancias misteriosas o directamente con su envío a campos de trabajo. Entre estos se encuentra el padre de Xi Jinping, que sería enviado a una prisión en Pekín durante ocho años.

Esto hizo que su hijo, de 15 años, cayera en desgracia, teniendo que abandonar su elitista colegio en la capital china y yéndose a trabajar al campo. Ahí vivió en una cueva y fue sometido a trabajos forzosos en el campo bajo condiciones durísimas.

Esto duró hasta el fallecimiento de Mao en 1976. Esto puso un punto y final a la Revolución Cultural de Mao y el poder lo tomó Deng Xiaoping, una figura que previamente había sido también relegada de la más alta esfera política.

Esta figura, comenzó a contactar con aquellos ex líderes del gobierno que habían sido exiliados o purgados, prometiéndoles un retorno a casa seguro.

En paralelo, en términos de asuntos exteriores, fue el primer líder en introducir ideas aperturistas en el país, estableciendo relaciones comerciales con varios países europeos y convirtiéndose en el primer líder chino en visitar EE.UU presidida entonces por Jimmy Carter. Esto sería el germen que permitiría que China sea hoy una superpotencia económica.

Pero y ¿Dónde estaba Xi Jinping mientras todo esto ocurría?

El joven Xi volvió a Pekín tras la muerte de Mao. En ese momento, comenzó a estudiar filosofía comunista y se unió al Partido, sí, regresó a la capital y pasó a formar parte de la organización que le había arrebatado todo y tras ser nueve veces rechazado.

Según varios expertos, como el analista XXXXX, Xi comprendió que, en un sistema como el chino, a pesar de estar evolucionando, el poder lo era todo y sin él nunca serías nadie. Para alcanzar ese poder, vio cómo varios miembros del partido de su mismo rango competían por incrementar su influencia en Pekín. No obstante, Xi decidió marcharse de la capital y empezar a sembrar su influencia en territorios chinos de menor rango, como, por ejemplo, Hebei, Fujian o Zhejiang, alcanzando la secretaría del partido en estas provincias e incrementando su popularidad.

Sin embargo, más que poder, Xi logró ganar credibilidad. Se mostró como un trabajador nato, humilde y buen gestor, aumentando su pool de seguidores.

Tras un breve paso por Shanghai, donde tuvo que lidiar con un caso de corrupción del partido, Xi fue llevado de vuelta a Pekín, esta vez como miembro de la comisión permanente del Poltiburo, bajo el gobierno de Hu Jintao. Xi entró como una figura de “perfil bajo” no muy ambicioso por su previa disposición a labrarse un nombre en zonas más humildes del país.

Por otro lado, su papel la organización, planificación y ejecución de los Juegos Olímpicos de 2008 y su éxito, hicieron que Xi volviera a ser un principito, y más aún, que en 2012 se convirtiera en la cabeza de partido y en el líder del país.

A diferencia de sus predecesores, Xi es un firme creyente de que el pensamiento de Mao de que el poder debe ser ostentado en torno a una figura, es crucial para la supervivencia del sistema y del partido. Por ello, en cuanto llegó al poder empezó a purgar a varias figuras del partido, iniciando una limpia que sigue presente hasta hoy. El que empezaría como un político de perfil bajo, demostró muy rápido ser un animal político al que no le temblaría el pulso a la hora de hacer caer a sus rivales en el partido.

Al igual que Mao, en 2021 Xi estableció que la ideología del partido tenía que partir de una única ideología veraz y única: la ideología de Xi Jinping. Desde entonces, sus ideas no son puestas en duda.

Desde entonces, Xi ha multiplicado el tamaño de la economía, el gasto en defensa, a la vez que ha incrementado la presión sobre Taiwán, el Tíbet y Hong Kong, la opresión contra los Uyghurs, una minoría étnica musulmana, y la censura y el control sobre la ciudadanía.

No obstante, no fue hasta el COVID que Xi ha presenciado una puesta en duda de su poder. Las políticas contra el COVID hicieron que, por primera vez, el pueblo saliera a protestar contra él. Asimismo, la natalidad y la economía china se han visto truncadas, sumiendo al país en un problema estructural difícil de abordar.

A pesar de esto último, Xi se ha consolidado como uno de los líderes más poderosos del mundo, ha echado a todos aquellos que mantenían lazos con sus predecesores, dejando imágenes históricas como la de la expulsión del ex presidente Hu Jintao del último Congreso del Partido Comunista chino, y, a pesar de que su país se agriete por momentos, es muy difícil predecir o ver cercano un futuro de China sin su actual presidente a los mandos.

PÍLDORA 9 : LA curiosa vida de xi jinping

En este episodio de La Voz de Heródoto, Rafa González nos sumerge en la vida de Xi Jinping, el poderoso líder de China. Desde su infancia marcada por las purgas de Mao y su exilio rural, hasta su ascenso al frente del Partido Comunista en 2012, exploramos cómo forjó su visión centralizadora, enfrentando retos como la pandemia, la crisis económica y tensiones en Taiwán y Hong Kong, mientras consolidaba su influencia global. Un relato clave para entender el poder en el siglo XXI.