Ucrania y Rusia 2014: El inicio de un conflicto que marcó la historia reciente

El conflicto de Rusia y Ucrania escrito con detalle para entenderlo a la perfección.

RGS

3/10/20254 min read

Todo occidente y diría que gran parte del mundo está en vilo estos días con la situación en Ucrania. Sin entrar directamente en la situación actual, desde Herodotus consideramos que es importante entender, desde una perspectiva histórica, qué ocurrió entre Rusia y Ucrania en 2014 para tener más contexto lo que se está negociando estas semanas.

En 2013, la sociedad ucraniana estaba profundamente dividida entre quienes deseaban una mayor integración con la Unión Europea (UE) y quienes apoyaban lazos más estrechos con Rusia.

Bajo este contexto, el 20 de noviembre de 2013, el presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, de inclinación prorrusa, suspendió la firma del Acuerdo de Asociación con la UE, lo que desató una ola de protestas en Kiev y otras ciudades, conocidas como Euromaidán. Estas manifestaciones, lideradas principalmente por sectores prooccidentales, se intensificaron con el tiempo y fueron reprimidas con violencia.

El 22 de febrero de 2014, tras semanas de disturbios y enfrentamientos con la policía, Yanukóvich huyó a Rusia. Su salida dio paso a un gobierno de unidad nacional proeuropeo, encabezado por Arseni Yatseniuk. Rusia denunció estos eventos como un golpe de Estado, lo que escaló las tensiones entre ambos países.

La inestabilidad en Ucrania fue aprovechada por Rusia para intervenir en Crimea, una región estratégica con una mayoría de población rusoparlante y con la base naval de la Flota del Mar Negro en Sebastopol.

A finales de febrero de 2014, fuerzas prorrusas y tropas rusas sin identificación oficial, conocidas como los "hombrecillos verdes", tomaron el control de edificios gubernamentales y bases militares en la región. Además, Rusia movilizó a miles de soldados a sus bases en Crimea y estableció controles en los principales accesos a la península.

El 11 de marzo de 2014, las autoridades prorrusas de Crimea y Sebastopol declararon su independencia de Ucrania. Alegaban que el nuevo gobierno ucraniano representaba una amenaza para su identidad, su lengua y su cultura. Argumentaban que las nuevas autoridades en Kiev, a quienes calificaban de nacionalistas radicales, habían mostrado hostilidad hacia los rusoparlantes y que se estaban promoviendo políticas que amenazaban sus derechos.

Más adelante, el 16 de marzo se organizó un referéndum en el que, según las autoridades locales, el 96% de los votantes optaron por la adhesión de estos territorios a Rusia.

La comunidad internacional, liderada por la UE y EE.UU., consideró el referéndum como ilegal y manipulado, ya que se llevó a cabo sin observadores internacionales y bajo ocupación militar. No obstante, el 18 de marzo de 2014, el presidente ruso Vladímir Putin firmó la anexión oficial de Crimea a Rusia.

Inspirados por los acontecimientos en Crimea, en abril de 2014, grupos separatistas prorrusos en las regiones de Donetsk y Lugansk (colectivamente conocidas como el Donbás) proclamaron su independencia de Ucrania.

En respuesta, el gobierno ucraniano lanzó la Operación Antiterrorista (OAT) para recuperar el control de estas regiones, lo que desató un conflicto armado.

Occidente acusó a Rusia de apoyar militarmente a los separatistas, suministrándoles armas, inteligencia y combatientes, aunque Moscú lo negó oficialmente.

El derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines el 17 de julio de 2014, supuestamente por un misil lanzado desde territorio separatista con armamento ruso, intensificó las sanciones contra Moscú.

Occidente sancionó a Rusia, afectando sectores clave como la energía y las finanzas. Además, EE.UU. y la UE acusaron a Rusia de violar el Memorándum de Budapest de 1994, en el que Rusia, EE.UU. y el Reino Unido se comprometieron a respetar la soberanía de Ucrania a cambio de su desarme nuclear.

Por su parte, Putin justificó su acción argumentando que Occidente amenazaba la seguridad de Rusia al acercar a Ucrania a la OTAN y apoyar un cambio de gobierno en Kiev.

Para evitar una escalada mayor, se llevaron a cabo negociaciones en Minsk, Bielorrusia, con la mediación de la OSCE, Francia y Alemania, lo que resultó en dos acuerdos:

  • Minsk I (septiembre de 2014): Se estableció un alto el fuego y mayor autonomía para Donetsk y Lugansk, pero el acuerdo colapsó rápidamente.

  • Minsk II (febrero de 2015): Incluyó un alto el fuego, la retirada de armas pesadas, mayor autonomía para las regiones separatistas y la restauración del control ucraniano sobre sus fronteras. A pesar de esto, las violaciones al cese al fuego continuaron, y el conflicto quedó en un estado de "baja intensidad".

Desde 2015 hasta 2022, el conflicto en el este de Ucrania se mantuvo en un equilibrio frágil. Ucrania no logró recuperar el control total del Donbás, y la presión rusa obstaculizó su acercamiento a la OTAN y la UE.

Finalmente, en febrero de 2022, Rusia reconoció las repúblicas separatistas e inició una invasión a gran escala, rompiendo definitivamente los acuerdos de Minsk y dando inicio a una guerra abierta que sigue en curso.


Volodímir Zelenski y el ruso Vladímir Putin en una cumbre en el Eliseo (EFE)

Píldora 3: 2014, el origen del conflicto entre Rusia y ucrania

En este episodio de Herodotus, viajamos al año 2014 para comprender cómo comenzó el conflicto entre Rusia y Ucrania. Desde las protestas del Euromaidán y la caída del gobierno prorruso de Víktor Yanukóvich hasta la anexión de Crimea por parte de Rusia y el inicio de la guerra en el Donbás, analizamos los eventos clave que sentaron las bases de la crisis actual.

Exploramos cómo las tensiones geopolíticas, la lucha por la identidad nacional y el enfrentamiento entre Rusia y Occidente desencadenaron un conflicto que, casi una década después, sigue definiendo el panorama global.